La Hidrovía recibió 234 barcos en marzo y le hace frente a la bajante del Paraná

03 abril 2022

Más del 90% fue para la carga de granos, subproductos y aceites, el valor más alto en los últimos 20 años, según la Bolsa de Comercio de Rosario. Los buques salen de los puertos con 20 mil toneladas menos. No se espera una mejora en las condiciones para los próximos tres meses.


Algunas lluvias sobre el río Paraguay y en el área de la represa de Itaipú permitirían recomponer los caudales, pero no de forma significativa.


Redacción Argenports.com

   Hace unos 10 mil años, el río Paraná descargaba sus aguas conectándose con los esteros del Iberá, el humedal más extenso de la Argentina, en la provincia de Corrientes.

   “Hablar de dos o tres años en la vida de un río es poco tiempo”, se consuela Alfredo Sesé, experto en transportes de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), cuando repasa las contingencias de la bajante que afecta al complejo agroindustrial ubicado en los puertos del Gran Rosario.

   En medio de esta situación extraordinaria que impacta sobre toda la cuenca del Plata, la Hidrovía y su sistema navegable troncal han podido sortear en 2021 una exigente prueba en su competitividad exportadora.

   “Se cargaron 75 millones de toneladas de granos y derivados (el récord fue en 2019, con 100,4 millones) y esto demuestra que a pesar de los sobrecostos y las dificultades, la Argentina cumplió sus compromisos”, destaca Sesé, miembro de la comisión técnica de Transporte en la BCR, con 25 años de experiencia en la especialidad.

   El licenciado en Economía y experto en transporte de la entidad rosarina anota otro dato sorprendente: en marzo se registraron 234 buques de ultramar de todo tipo ingresando a las terminales de la zona. Mayoritariamente, más del 90% para la carga de granos, subproductos y aceites. Este valor (tomado el pasado lunes) es el más alto en los últimos 20 años, destaca el experto.

   Lo malo es que este movimiento no refleja que cada uno de estos grandes buques debe resignar carga debido a la complicación hidrológica.

   En estos días, la altura del río en Rosario se sitúa en 57 centímetros, lo que marca la bajante (a partir de unos 3,5 metros promedio) que se vino encadenando en los últimos dos años.

   “Estamos perdiendo de cargar 20.000 toneladas en un barco tipo Panamax, lo que implica mayores costos logísticos y, por lo tanto, una afectación en la competitividad”, dimensiona Alfredo Sesé.

   Los barcos siguen entrando a la zona de Rosario donde hay unos 70 kilómetros bajo mantenimiento del canal, particularmente en los “pasos críticos” en los cuales se forman ondulaciones o médanos en el lecho del río. Los buques transoceánicos deben completar carga en Bahía Blanca, si se trata de granos, o en Montevideo o el sur de Brasil, si son otros productos.

   De acuerdo con los informes del Instituto Nacional del Agua, la perspectiva de corto plazo anticipa que no habrá una mejora sustancial en los próximos dos a tres meses, cuando se produce el ingreso de la nueva cosecha, por lo que la navegación de barcazas en la zona norte también está severamente complicada.

Mirando al futuro

   La Bolsa rosarina y otras entidades (la Cámara Argentina del Acero, la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, la Cámara de Puertos Privados Comerciales) destinaron casi dos millones de dólares en una consultoría para una propuesta de largo plazo sobre la Hidrovía.

   Las acerías ubicadas en el corredor, que importan mineral de hierro y materiales, también ponen su foco en la vía navegable.

   “Hicimos propuestas técnicas sobre la ingeniería, hidrología, la parte económica y financiera, el beneficio para la comunidad y para las empresas, los productores y exportadores. Se añadió un análisis legal y ambiental. Pero no tuvimos el éxito esperado”, reconoce Sesé a lavoz.com.

En varias secciones del Paraná hay "islas" de arena debido a la bajante del río. 

   En sus conclusiones, el trabajo propone mejoras, avanzar en la profundización, sumar tecnología en señalización y balizamiento, lo que llevaría a un ahorro de costos entre el 15 y 20 por ciento, según el tipo de buque.

   Junto con un órgano de control eficaz, la propuesta de las entidades se inclina por mantener el esquema de funcionamiento, con participación privada en las inversiones y el financiamiento de las mejoras.

   Se observa la necesidad de aportar capital, y que las empresas tienen la posibilidad de fondearse con condiciones más ventajosas que el propio Estado. Una llave para la infraestructura y para la competitividad exportadora del país.