El rompehielos "Irízar” logró superar un témpano gigante y sigue rumbo a la base Belgrano II

06 febrero 2023

La embarcación atravesó el gran témpano de aproximadamente 150 metros de calado y 90 metros de altura sobre el agua.


El témpano aparece gigante A 81 ante la presencia el rompehielos Almirante Irízar.


Redacción Argenports.com

   El rompehielos ARA  “Almirante Irízar” cumplió otro desafío en su ruta marítima con destino a la Base Antártica Conjunta (BAC) Orcadas para dirigirse a la BAC Belgrano II.

   El buque superó la presencia de un témpano gigante denominado A81 que, a través del Departamento Operaciones de la unidad, es monitoreado a bordo a través de imágenes satelitales por personal experto dependiente del Servicio de Hidrografía Naval.

   El camino rumbo a la base antártica argentina más austral implica una navegación dificultosa a causa de la presencia del campo de hielo.

   Este témpano producto de la ruptura que se produjo el 23 de enero en la barrera de hielo Brunt, cuenta con 1.560 km2 de superficie y abarca un total de 25 millas náuticas de ancho por 30 de largo. Adicionalmente, se produjeron rupturas secundarias que formaron témpanos de varias decenas de kilómetros de extensión y que también están a la deriva en el sur de este mar.

   Se estima que el gran témpano, de aproximadamente 150 metros de calado y 90 metros de altura sobre el agua, se está desplazando lentamente hacia el oeste, alrededor de 2 millas por día (aproximadamente 4 km).

   Para sortear el mismo, una vez arribados a la zona del A81, se efectuaron observaciones a través de un vuelo glaciológico con helicópteros Sea King, a fin de sobrevolar el mismo, para constatar desprendimientos secundarios y escombros de hielo liberados, factor que también podrían llegar a dificultar la navegación de regreso al norte. Finalmente, con esta información se determinó la ruta de navegación más segura para evitarlo.

   Cabe destacar que, desde el punto de vista operativo el A81 no representa peligro alguno, puesto que el Irízar cuenta con sistemas electrónicos de última generación -que fueron actualizados para esta Campaña Antártica- y la capacidad humana a bordo para analizar y determinar una navegación segura aún durante la noche, con hielos y la baja visibilidad propios de la Antártida.